Auction 746, Lot # 58

DI - Cruz, José de la (1786 - 1856).
Bando sobre la libertad para los extranjeros de establecer fábricas, sin necesidad de licencias.
"… De órden del Rey paso á V. E. para su cumplimiento y publicacion en el distrito de su mando, un ejemplar de la Circular expedida por el Ministerio de Gobernacion de la Penisnsula en 16 del corriente, con insercion del Real decreto de la misma fecha, en que S. M. manda se observe el de las Cortes generales y extraordinarias de 8 de Junio de 1813 sobre establecimiento de fábricas, y exercicio de qualquiera industria util…. Deseando que desaparezcan del todo los obstáculos que las Ordenanzas gremiales oponen al fomento de la riqueza pública y á la perfeccion de las artes, he venido en mandar, de acuerdo con la Junta Provisional, que se observe el decreto que las Córtes generales y extraordinarias, animadas de igual deseo, expidieron en 8 de Junio de 1813, y cuyo tenor es el siguiente:
1º. Todos los españoles y estrangeros avecindados, ó que se avecinden en los pueblos de la Monarquía, podrán libremente establecer las fábricas ó artefactos de cualquiera clase que les acomode, sin necesidad de permiso ni licencia alguna, con tal que se sujeten á las regla de policía adoptadas ó que se adopten para la salubridad de los mismos pueblos.
2º. Tambien podrán ejercer libremente cualquiera industria ú oficio útil, sin necesidad de examen, título ó incorporacion á los gremios respectivos, cuyas ordenanzas se derogan en esta parte…".
Dado en Guadalajara á 18 de Septiembre de 1820. Rubrica.
José Raúl Tijerina de la Santa Cruz (1786 - 1856). Se distinguió muchos años en México, donde llegó con el virrey Venegas, a raíz de estallar la Guerra de Independencia, en apoyo de Calleja, dio órdenes durísimas contra la tenencia de armas; reforzado por otras tropas, con las que iba Pedro Celestino Negrete, recobró Valladolid (28 de diciembre). El 7 de enero de 1811 salió de allí hacia Guadalajara, pero antes de que llegara dieron HidaIgo y Calleja la batalla del puente de Calderón; aunque tenía más antigüedad, dejó el mando supremo a Calleja, conservando cada uno sus tropas. En premio de sus servicios fue nombrado presidente de la Audiencia de Guadalajara, con el gobierno de Nueva Galicia, donde permaneció diez años, y desde donde combatió la insurgencia.
Al sublevarse Iturbide mantuvo una actitud reservada; con él efectuó una entrevista secreta, acordando que mediaría con el virrey Apodaca para la conciliación y evitar la lucha; lo que hizo fue mantenerse inactivo, por considerar quizá que la causa española estaba perdida o por no tener confianza en sus tropas. El 13 de junio se le sublevó Negrete y tuvo Cruz que huir a Durango, pasándose la Nueva Galicia a la insurgencia. Después del tratado de Córdoba, Cruz que aún resistía en Durango, sitiado por Negrete, tras una derrota, capituló el 31 de agosto con todos los honores y volvió a España.

Estimado $6,000-8,000